La organización agraria COAG-A considera que la campaña de aceituna de mesa, que está a punto de concluir, ha sido «desastrosa», de forma que lamenta que «cuando ya casi ha terminado la recolección de las variedades gordal y manzanilla, se comprueban los malos augurios y se confirma la caída de los precios en origen, que llegan a situarse en la mitad de los costes de producción; de manera que los costes doblaron a los precios».
Así, en una nota explica que «mientras la manzanilla tiene un coste de producción de 0,90 euros al kilo -según el Estudio de la Cadena de Valor de la Junta de Andalucía-, este año los productores están recibiendo entre 0,42 y 0,48 euros el kilo». En el caso de la gordal, COAG-A ha recordado que «los precios en origen se sitúan entre 1,05 y 1,20 euros el kilo, un precio razonable en un año de producción normal, pero totalmente injustificado con una cosecha que se ha reducido un 80 por ciento».
Asimismo, agrega que, por lo que respecta a la variedad hojiblanca, precisa que «se está pagando a 0,30 euros el kilo, muy por debajo de los costes de producción, a pesar de que se trata de una variedad totalmente mecanizada». Lamenta que «precisamente la mecanización es la excusa que utiliza la industria para no pagar un precio justo por las aceitunas».
COAG-A indica que «contrasta esta situación con la que se da en Estados Unidos, competidores en calidad, donde existen contratos agrarios que se firman entre la industria y el agricultor antes de empezar a recoger», de manera que allí "la manzanilla y la gordal, recogidas a mano, tienen un precio de entre 0,96 y 1,10 euros el kilo", mientras que en el Magreb «los costes son más bajos, pero también lo es la calidad».
La organización agraria insiste en que «la solución para el grave problema de precio que tiene el sector pasa por implantar los mecanismos de regulación que la legislación permite». En este sentido, ha recordado que esta organización agraria «fue la única, dentro de la interprofesional Interaceituna, que votó en contra de una extensión de norma que no ofrecía solución a este problema». COAG, en cambio, planteaba «aprovechar las posibilidades que ofrece la normativa para incorporar mecanismos de regulación como la retirada de variedades con mucho stock o el desarrollo de los contratos tipo, pero ninguna otra organización apoyó finalmente esta propuesta».
Fuente: abcdesevilla.es
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