El kilo de aceite sube 50 céntimos

El precio del aceite de oliva sube con fuerza. El mercado oleícola da un giro de 180 grados, que ya vaticinaron algunas organizaciones agrarias después de la floración, cuando pedían a los agricultores que vendieran con prudencia porque se avecinaba una campaña de producción escasa.

Es como una moneda. La cara es que el aceite de oliva se paga más caro con una remontada que pocos se creían hace unas semanas. En cambio, tiene también su cruz, que radica en que el incremento en la cotización se debe a que, pronto, los aceituneros recogerán una cosecha escasa. Por ello, la primera lectura de la situación actual es tan clara como que el único problema que tenía el “oro líquido” era de sobreproducción para unos mercados que aún no son capaces de absorber toda la grasa de aceituna que generan los olivares.

La situación del mercado actual ha dado la vuelta a las perspectivas como un “calcetín” y ahora muchos piensan que es mejor esperar a vender porque el “oro líquido” vale más conforme pasan los días, a diferencia de la tristeza de la cotización plana en un valor que no llegaba a cubrir los costes de rentabilidad. No hay duda de que el mercado oleícola se ha puesto interesante y sacará más dinero quien sepa ver la “jugada” con antelación, ya que el incremento de la cotización no será infinito o, dicho de otro modo, llegará a un tope. Aquí nadie se va a hacer rico con maniobras especulativas, pero tampoco se puede obviar que la coyuntura del mercado cambia y necesita expertos que sepan guiar a las empresas oleícolas.

El aceite extra se vende a 2,17 euros por kilo esta semana, según indica el Poolred de la Fundación del Olivar. Si se tiene en cuenta que el precio medio de julio era 1,77 euros —9 de julio—, el zumo de la aceituna está, otra vez, ante lo que se llamaría en el argot futbolístico una remontada histórica. De julio a agosto, el virgen extra crece casi 50 céntimos. Además, lo mejor radica en que los expertos señalan que la tendencia se mantiene ascendente, al menos esos son los síntomas que ofrece, ahora mismo, el mercado.

Agosto no es un mes activo para los operadores oleícolas. Muchos están de vacaciones, lo que se nota en los movimientos. Sin embargo, el incremento en el precio sí que demuestra una cierta paralización en el mercado. La Agencia para el Aceite de Oliva revela que se necesitan unas 119.100 toneladas cada mes —venta media cada 30 días durante esta campaña—. En las almazaras españolas quedan 754.418 toneladas hasta que se coseche la próxima campaña, lo que hace que no exista temor al desabastecimiento, pero sí se ve una cierta tensión en el mercado que beneficia a los precios.

los operadores. Los olivareros miran a los envasadores y distribuidores para intentar leer la evolución de la cotización. Las empresas que forman el último eslabón de la cadena antes de la comercialización tienen reservas para salir hacia adelante durante casi 2 meses —o más si se tienen en cuenta los acuerdos que existen con cooperativas y almazaras para el suministro de producto de forma escalonada—. Por ello, que nadie espere una salida al mercado “a la desesperada” en busca de género porque no ocurrirá. La Agencia para el Aceite de Oliva revela que disponen de 184.900 toneladas, lo que constituye una de las mayores reservas de “oro líquido” de los últimos meses ante la previsión de cambios en los precios.

Fuente: diariojaen.es