Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) han conseguido utilizar el alperujo, uno de los residuos más contaminantes producidos en la extracción de aceite de oliva, para la fabricación de ladrillos.
El resultado son productos "más ligeros de peso, pero con la misma resistencia, y con propiedades aislantes, tanto térmicas como acústicas", según ha explicado en un comunicado Eulogio Castro Galiano, investigador principal del proyecto 'Valorización del alperujo en la fabricación de productos térmicos', llevado a cabo por el departamento de Ingeniería Química, Ambiental y de los Materiales de la UJA.
El alperujo, todo aquello que queda de la aceituna una vez molturada o triturada y una vez eliminado el aceite de oliva, está compuesto por una elevada concentración de materia orgánica, mezcla de alpechines, partes sólidas de la aceituna como la piel y el hueso, y algunos restos grasos, lo que le confiere un alto poder contaminante.
Hasta ahora, su eliminación implicaba un alto coste económico para las almazaras y medioambiental para la sociedad, de forma que sólo en la provincia de Jaén se estima que se generan unos dos millones de toneladas de este subproducto al año.
Según Castro Galiano, "con el 10 por cien del total de la producción anual de alperujo de la provincia se podría abastecer a la industria cerámica para la fabricación de cerámicas".
La propuesta de los investigadores de la UJA consiste en sustituir parte de la arcilla y el agua empleadas para la fabricación de ladrillos por un porcentaje, hasta el 8 por ciento, de alperujo.
La mezcla resultante sigue el mismo proceso de amasado, moldeado y cocido que la cerámica fabricada exclusivamente con arcilla y agua, pero con la ventaja de que la materia orgánica integrante de este subproducto proporciona energía y reduce, por tanto, el consumo de combustible para el horno.
Por otra parte, las piezas resultantes son más porosas, más ligeras, con más propiedades aislantes y, además conjuga dos actividades económicas tradicionales para la provincia de Jaén como son la fabricación de cerámica y el cultivo del olivo.
Los ensayos se han realizado con alperujo de la almazara de Cambil (Jaén) que se añadieron a una de las pastas cerámicas empleadas actualmente en la fabricación en una industria cerámica de Bailén (Jaén) de un ladrillo cara vista de color rojo.
Los resultados obtenidos determinan que el comportamiento de los ladrillos fabricados con un porcentaje de alperujo es similar a aquellos que no contenían este subproducto, con la única variante de presentar una mayor luminosidad y menor variación de color.
Fuente: adn.es
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