El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha declarado nulo el bando del alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, que autorizaba a recoger la aceituna y la uva que se quisiera de las propiedades privadas que fueran, después del recurso interpuesto por la asociación 'Apag Extremadura' en 2008.
El presidente de esta organización, Bibiano Serrano, hizo este anuncio en declaraciones a Cope Almendralejo, en las que expresaba su satisfacción por esta sentencia, que, a su juicio, creará un precedente no sólo en toda Extremadura, sino también en España, a la vez que anunció que ahora su sindicato agrario hará llegar esta sentencia a otros ayuntamientos como el de Villafranca de los Barros, donde también se aprueban decretos de alcaldía similares.
En opinión de Serrano, el rebusco ha venido siendo durante años la «tapadera perfecta para facilitarles la labor» a los ladrones y «ampara a aquellos que roban aceituna y uva», por lo que era necesario regular esta situación.
Esta sentencia llega después de que 'Apag Extremadura' impugnara por la vía administrativa la aprobación del citado decreto de la alcaldía almendralejense, que fue denegado por el ayuntamiento, por lo que se recurrió a la vía judicial para defender un derecho que considera necesario para todos los agricultores.
Competencia
Según Serrano, el sindicato no quiere que desaparezca esta práctica, pero sí que se regule, porque ahora ha quedado demostrado, apuntó, que el ayuntamiento no es competente para regular la recogida de cosecha de personas particulares en propiedades privadas, puesto que, según la sentencia, «el ayuntamiento no es competente, ni tiene marco jurídico para autorizar el rebusco». A su juicio, los agentes de la Guardia Civil se «sentían imposibilitados» ante los posibles casos de robo en el campo en época en la que se autoriza el rebusco, puesto que, aunque los ladrones fueran interceptados, con el bando en la mano podían transportar el fruto sin tener que demostrar la procedencia.
Además, aseguró que «es algo sin sentido» el que no haya ningún tipo de control sobre la cosecha recogida en rebusco, porque no se sabe dónde va, cómo se factura y a qué mercado llega, cuando el resto de cosecha es necesario controlarla.
Fuente: hoy.es
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