El aceite de oliva, girasol, colza o maíz, aunque de procedencia vegetal no es biodegradable, si después de su uso se vierte por el fregadero, acaba en los mares, ríos o lagos como residuo altamente contaminante, ya que flota en la superficie formando una película que no permite intercambio de oxigeno ni la entrada de la luz. Se calcula que un litro de aceite de fritura usado (AVU) contamina unos 1.000 litros de agua. Pero si este producto una vez empleado se traslada a una planta para su tratamiento puede reciclarse y tener nuevos usos. Uno de ellos es el de combustible para vehículos o biodiesel, una fuente de energía limpia y renovable, que representa una alterativa a los combustibles fósiles.
El biodiesel se obtiene a partir de aceites vegetales usados o vírgenes y grasas animales mediante un proceso químico denominado transterificación. Posee unas propiedades muy similares al gasóleo mineral por lo que puede emplearse en motores de ciclo diesel sin que sea necesario modificar el motor.
En contrapartida, su uso total o parcial, supone evitar la emisión a la atmósfera del dióxido de carbono (CO2) procedente del gasóleo sustituido –por cada litro de gasóleo reemplazado se evita la emisión de 2,38 Kg de CO2–. Además de la reducción el biodiesel no emite dióxido de azufre (SO2) y disminuye la de metales pesados y otro tipo de partículas, ya que contiene hidrocarburos aromáticos policíclicos, compuestos que son cancerígenos. Pero este combustible aporta también beneficios para los coches, ya que al estar hecho con aceites es mucho más lubricante que el gasóleo mejora el rendimiento del motor y alarga su vida útil. Sin olvidarnos del valor añadido que supone reciclar un residuo muy contaminante, como el aceite de fritura, que generalmente llega desde los desagües al mar y otros cursos de agua.
El Grupo Ecológico Natural, S.L. (GEN) es la primera planta de biodiesel de Baleares, ubicada en el Polígono de Son Noguera, en Llucmajor, se enmarca dentro del Plan de Impulso de las Energías Renovables, e incluye entre sus actuaciones el aprovechamiento de la biomasa como fuente de energía renovable y, en el Plan de Eficiencia Energética de las Islas Baleares, un programa que busca impulsar y fomentar la eficiencia energética en el transporte. Sus objetivos: reducción de la emisión de gases contaminantes y fabricación y uso de biocombustibles.
Esta planta emplea diferentes aceites vegetales de girasol, colza, soja o palma, entre otros, y también gracias a su innovadora tecnología adquirida a la empresa alemana PPM puede utilizar hasta un 80% de aceites de frituras usados, procedentes de cocinas industriales y recogida doméstica. Su producción está destinada al mercado de las Islas y entre sus clientes se encuentran flotas de transporte público y privado, operadores en el sector del petróleo, distribuidores mayoristas, así como la Administración. A partir de su última remodelación, a finales de 2007, cuando adquirió esta tecnología alemana, la empresa tiene una capacidad de producción anual de 33.000 toneladas métricas de biodiesel.
Actualmente, el aceite de fritura usado es una de las alternativas con mejores perspectivas en la producción de biodiesel, ya que además de ser la materia prima más barata, con su utilización se evitan los costes de su tratamiento como residuo. Si los aceites no han sido excesivamente reutilizados –que es lo más frecuente– no presentan grandes alteraciones y son aptos para su posterior aprovechamiento como biocombustible.
«Estamos intentando recuperar todo el aceite usado de Baleares, –explica Mateu Rosselló, director gerente del Grupo Ecológico Natural–, gestionando un residuo para que ya reciclado sirva de combustible para esta comunidad».
Desde el 2008 el grupo GEN es socio del proyecto europeo BIOSIRE, una iniciativa que busca impulsar un cambio a favor del uso de biocombustibles y de la propulsión eléctrica para flotas terrestres, marítimas y vehículos especiales en importantes áreas turísticas de países como España, Francia, Italia, Grecia, Croacia o Austria. Las acciones tienen como objetivo cubrir completamente la cadena de producción y distribución de los biocombustibles.
Grupo Ecológico Natural tiene varios departamentos y uno de ellos es el laboratorio –el único certificado en Baleares para análisis de biocarburantes– equipado con la última tecnología que permite el control de todos los parámetros exigidos por la norma EN 14214 que rige la producción del biodiesel. Los análisis se realizan por muestreo tanto en la materia prima entrante, como en las distintas fases del proceso de producción, y en el producto terminado.
Para estos ensayos el laboratorio cuenta con 24 equipos entre los que destaca un potente espectrómetro ICP-OES, capaz de medir diferentes elementos como el sodio, potasio, magnesio, calcio o azufre. El objetivo final es asegurar la calidad de las materias primas utilizadas y del biodiesel obtenido, y al mismo tiempo controlar el funcionamiento de todas las etapas del proceso productivo.
Fuente: elmundo.es
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