El catedrático Gil Hernández dice que compuestos del aceite se podrían aislar y utilizar «casi como fármacos»
El catedrático de la Universidad de Granada Ángel Gil Hernández ha asegurado que la investigación en aceite de oliva «no cesa» y aún queda «mucho» por saber, ya que «se conocen las características generales de los mismos pero no las propiedades que pueden aportar cada uno en concreto».
En una entrevista con Europa Press, el catedrático dijo que «hay muchísimos grupos de investigación que están viendo qué compuestos dentro del aceite de oliva tienen efectos determinados», de manera que «incluso se puedan aislar como componente y puedan ser utilizados no ya como aceites sino como ingredientes funcionales o casi como fármacos».
Así, otros grupos de científicos, según aclaró Gil, siguen investigando en materias en las que ya se tienen conclusiones como en las enfermedades cardiovasculares, porque «no basta con que haya estudios epidemiológicos» -en los que se basa la investigación médica-, sino que es «necesario hacer estudios que documenten bioquímicamente cuáles son los mecanismos por los que actúan».
De este modo, el 'Oleocantal' es un elemento del aceite de oliva virgen que «tiene efectos antiinflamatorios tan potentes como el 'Ibuprofeno' y actúa por el mismo mecanismo de acción», según afirmó.
Al hilo de esto, Gil Hernández expuso que además de que el aceite de oliva virgen es una fuente «muy rica» de vitamina E y contiene ácidos oleicos, «estas propiedades no son las únicas beneficiosas para la salud, pues el zumo de la oliva, tiene ácidos grasos esenciales absolutamente necesarios para la vida y contienen una serie de compuestos, fundamentalmente de tipo fenólicos que ejercen un efecto importante sobre el organismo».
Antiinflamatorio
«Algunos compuestos tienen efectos antiinflamatorios o actúan como agentes antioxidantes y, por tanto, previene la oxidación de la membrana biológica y parte del envejecimiento y se está estudiando si además, el aceite de oliva virgen puede tener efectos sobre la prevención del cáncer de mama y colon fundamentalmente», según apuntó el catedrático.
En realidad, el catedrático Gil Hernández apuntó que todo este conjunto de sustancias «cuando se ingieren de forma sistemática y continuada tienen un efecto de protección contra las enfermedades cardiovasculares, de manera que disminuyen la presión arterial, se baja los niveles de colesterol malo, contribuye a disminuir la glicemia y disminuye el riesgo de infarto de miocardio», señaló Gil, que participó en un curso organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla.
Fuente: ideal.es
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