Los envasadores y exportadores asociados en Anierac y Asoliva han detectado un cambio brusco en las exportaciones de aceite de oliva, que sin llegar a alarmar en exceso a este sector empresarial, sí se lee con cierta intranquilidad las señales que confirman la misma tendencia para esta campaña.
Como dato objetivo, las asociaciones aludidas confirman que la crisis ha frenado las ventas más allá de las fronteras españolas. Los últimos datos correspondientes al periodo comprendido entre el 1 de noviembre y el 31 de enero de 2009 revelan un descenso del 12 por ciento en las transacciones internacionales de aceite de oliva, tanto para el vendido a granel como el envasado.
Caen los de más calidad.
Aunque el cómputo global de las ventas de sus asociados (consumo interior y exportaciones) haya aumentado en 2008 con 368 millones de litros, no es menos cierto que la subida no ha sido uniforme, es decir, en las categorías de mayor calidad desciende y sube en el resto. Ese comportamiento se aprecia en las estadísticas del aceite de oliva virgen extra, el «pata negra» del zumo de oliva. Según Anierac, el año pasado se cerró con unas ventas de 111,6 millones de litros, frente a los 116,1 millones del año anterior. Con el virgen pasa algo parecido, aunque no tan acentuado (3,3 millones frente a 3,9 de un año antes). Luego están el oliva suave y de sabor intenso, que según los datos de esta organización empresarial mejoran con respecto a los doce meses anteriores: el primero cerró la campaña con un total de 164,8 millones vendidos (157,5 en 2007) y el segundo con 88,5 millones (81,6 en 2007).
Previsiones
En cuanto al futuro más inmediato, el horizonte no está muy despejado que se diga. Según los apuntes que se barajan del sector, esta campaña se prevé producir sobre 1.240.000 toneladas, una cantidad muy similar a la cosecha anterior, pero con la salvedad de que esta campaña ha comenzado con un «stock» mayor que doce meses antes (325.000 toneladas frente a 223.600). Si a esas cantidades se añaden lo que hay previsto importar, que rondará las 60.000 toneladas, el total disponible para atender el mercado se va a 1.625.000 toneladas en un contexto de consumo en retroceso.
Así se puede adivinar si se cruzan las cifras de exportación que se esperan en esta temporada con la anterior. Cae un 5 por ciento, pasando de las 662.900 toneladas a 630.000. Pérdidas que se esperan enjugar con el mercado interior. Con todo, el balance final indica una caída de las ventas, que no es muy significativa en cuanto a volumen, pero sí en cuanto puede marcar una tendencia para los próximos años.
De ahí que Anierac y Asoliva hagan un llamamiento para firmar acuerdos de promoción con el ICEX y con Extenda para aumentar las ventas.
Fuente: abc.es
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