Los malos resultados de las últimas campañas citrícolas están impulsando arranques en fincas del Valle del Guadalquivir, sobre todo de naranjas navelinas. Los propietarios piensan sustituirlas por plantaciones intensivas de olivar, de rápido crecimiento y alta mecanización, en la convicción de que, pese a la caída de precios del aceite, el cambio les será rentable. Este cambio al olivar intensivo, que se está dando en todas partes, propicia esa bajada de precios y las protestas de los agricultores del olivar tradicional.
El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, está incumpliendo su promesa de gestionar nuevas líneas de financiación en crisis para el sector agrario y la moratoria de préstamos anteriores, concedidos a los afectados de heladas y otras inclemencias. De los mil millones de euros anunciados, nada será para el campo, sólo para las industrias alimentarias. Y en cuanto a la moratoria, el ICO no ha recibido instrucciones del Gobierno.
Fuente: lasprovincias.es
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