La propuesta de retener aceite para subir los precios enfrenta a consumidores y olivareros

JORGE PASTOR

Facua considera que es una práctica especulativa, mientras que COAG reivindica la legitimidad de garantizar la renta del olivarero

En la polémica sobre la depreciación del aceite de oliva había terciado casi todo el mundo. Sólo faltaban los consumidores. Ya lo han hecho. Tal y como estaba previsto, dos de las principales organizaciones, UCE-Andalucía y Facua, han mostrado su rechazo absoluto a la pretensión de los productores de retener partidas para reducir la demanda y conseguir que el mercado reaccione incrementando las cotizaciones en origen, que en estos momentos fluctúan 0,40 euros por debajo de los beneficios (ayer el kilo se abarató un poco más, hasta los 2,04 euros). Temen que, de surtir efecto esta estrategia, los que terminan 'pagando el pato' sean los compradores finales.

El secretario general de UCE-A, José Luis Gómez, indicó que siempre estarán en contra de medidas que «conlleven el incremento de artículos tan básicos, sobre todo en momentos como los actuales». «No vamos a permitir una medida como la planteada, sean cuales sean las causas, aunque esté apoyada por las administraciones y el sector agrícola». La secretaria general de Facua, Olga Ruiz, habla de una «clara práctica de especulación». Por ello pidió a todas las partes implicadas que se sienten para buscar soluciones.

Reacciones

Como es lógico, las reacciones desde Jaén han sido inmediatas. El secretario general de COAG-Jaén ha dejado bien claro que el almacenamiento no vulnera las leyes de la libre competencia, tal y como considera Facua. «El agricultor está en su derecho de esperar hasta que el kilo llegue por lo menos a los 2,70 euros, cifra situada como umbral de la rentabilidad por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino», señala Civantos, quien agrega que «el objetivo es intentar mantener unas rentas con las que el olivarero pueda subsistir y mantener su explotación».

También señala que los oleicultores no tienen capacidad de influencia, ya que son sólo cuatro empresas las que controlan el 80 por ciento de las ventas de envasado, entre las que se encuentra SOS Cuétara con un 25 por ciento del total. «Esta concentración en tan pocas manos -añade- está creando indefensión e inestabilidad entre los olivicultores. «Con 2,04 euros en las almazaras y cooperativas, lo que habría que denunciar es el abuso por parte de las multinacionales, que tienen márgenes de ganancia más que suficientes para que los usuarios puedan adquirir más barato», concluye.

Fuente: ideal.es